Viajar a Galicia

 

Cualquiera que haya viajado a Galicia, destacará sin duda su fabulosa gastronomía y sus bellísimos paisajes. Y por supuesto, cualquiera que haya viajado a Galicia, a pesar de destacar lo fantásticamente bien que se come en ese paraíso verde y azul, afirmará rotundamente que el encanto de esa tierra va mucho más allá de suculentas mariscadas y entornos naturales de gran belleza y diversidad. La cultura gallega ha cautivado a todos aquellos viajeros que se han tomado el tiempo de conocerla. Saber un poco más sobre la cultura de Galicia puede ser un gran incentivo para su viaje. Recorrer esta comunidad autónoma visitando lugares y monumentos con una importante carga cultural, a la vez que se preocupa de conocer mejor los detalles de cada uno de esos sitios, puede ser una experiencia mágica. Más allá de catedrales y monasterios, puede encontrar también una Galicia mitológica llena de leyendas en historias que le cautivarán.

Viajar a Galicia para conocer la cultura de la tierra exige ser conscientes de que, a pesar de que esta cultura puede tener bastantes similitudes con la del resto de la cornisa Cantábrica, existe un factor lingüístico que hacen de esta, una comunidad histórica. El gallego, que está unido por fuertes lazos y similitudes al portugués, es un idioma reconocido como cooficial junto con el español. Surgió durante la Edad Media como una evolución del galaico-portugués y junto con la constitución del Reino de Galicia, fue esencial para que se comenzara a fraguar la actual identidad gallega.

Antes de eso, ya encontramos documentos de historiadores, cronistas y poetas que hablan de los modos de vida de los primeros pobladores conocidos en lo que es ahora territorio gallego, los kallaikoi. La identidad cultural de la Galicia actual se asienta en esas primeras culturas conocidas. Aún a día de hoy el viajero puede encontrar en su ruta los monumentos megalíticos y los asentamientos de la Edad de Hierro que acogieron el desarrollo de la cultura castreña.

El dominio romano, a partir del siglo II a.C. marcó el comienzo de una nueva etapa, de la cual se conservan numerosos vestigios. Complejas obras de ingeniería e infraestructuras, como la construcción de vías, faros y estructuras defensivas tuvieron lugar en este periodo. A día de hoy muchas de estas obras aún se conservan, y forman parte del patrimonio gallego. La muralla de Lugo, una cultura del aprovechamiento fluvial y nuevas formas de explotación del campo y de la minería son vestigios de esta época de esplendor cultural. Además, el latín que se hablaba en todo el imperio romano es la base del galaico-portugués, que más adelante evolucionará hasta el gallego actual.

Durante la Edad Media tuvo lugar un hecho que sería decisivo para la cultura y el patrimonio gallegos: el descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago en el siglo IX. Con este descubrimiento se originó una ruta de intercambio cultural al sur de Europa que a día de hoy sigue vigente, comenzaron los movimientos de peregrinación a Santiago de Compostela. De este modo Galicia se convirtió en centro neurálgico de Europa. Gracias a estas rutas de peregrinación se difundieron conocimientos científicos y arquitectónicos. Esta permanente ebullición de intercambio cultural fue el punto de partida para la primera edad de oro en la Edad Media para la literatura gallega.

Sin embargo, por debajo de todos estos posos culturales que puede encontrar cuando viaja a Galicia, existen otros menos conocidos y más arraigados a la cultura popular que pueden hechizar a aquellos viajeros más amantes de los misterios, las leyendas y la fantasía. La mitología gallega no habla sólo de meigas, que haberlas, haylas. Existen multitud de leyendas sobre seres y criaturas que se han ido traspasando durante generaciones de forma oral y que han sedimentado como parte importante de la cultura gallega.

Seguro que pocas personas pueden decir que no conocen a Robin Hood, el príncipe de los ladrones que robaba a los ricos para entregárselo a los pobres. Y sin embargo, miles de kilómetros al sur de Nottingham, podemos encontrar a una figura similar pero mucho menos popular a nivel mundial: Pepa a Loba. Pepa a Loba es una figura mítica de Galicia. Se trata de una bandolera legendaria que según cuentan vivió en tierras gallegas asaltando caminos para robar a caciques locales y curas a finales del siglo XIX. No está claramente documentada su existencia, aunque todo parece indicar que es posible que existiera, o que su leyenda unificara la historia de varias mujeres bandoleras en un arquetipo de “bandolerismo generoso”, en una sola figura. También es probable que se reflejaran en esta bandolera las cualidades de la Peeira dos Lobos, o hada de los lobos, una figura licántropa de la mitología gallega.

La leyenda de Pepa a Loba es sólo una de las muchas que puede conocer el viajero que decida recorrer los bosques y caminos gallegos por los que esta bandolera y benefactora de los pobres, junto con su banda de ladrones, perpetró sus hazañas hace dos siglos. Pero hay muchos más personajes de la mitología gallega que le invitamos a descubrir.

Si apuesta por viajar a Galicia en diciembre, debe conocer al Apalpador o Pandigueiro. Se trata de un carbonero, que aparece especialmente en las leyendas de las zonas de O Caurel y O Cebreiro. Está ligado a la Navidad y se le ha interpretado como una especie de Papá Noel. El Apalpador baja la noche de fin de año, 31 de diciembre, para visitar a los niños. Su misión es la de tocarles el vientre para ver si comieron lo suficiente durante todo el año, y les deja una bolsa llena de castañas junto con algún regalo. Con esto les muestra su deseo de un nuevo año lleno de felicidad para ellos, y también lleno de fartura, abundancia en el comer.

También es importante que el visitante sepa que si es invitado por los locales a ir con ellos a la caza del biosbardo, le están haciendo una broma muy arraigada en la cultura popular gallega. El biosbardo es un personaje utilizado para gastar una inocentada. Se seduce a un incauto para acompañar a un grupo de personas a la caza de este “animal”, que por supuesto, es nocturno. Después se le dan indicaciones para seguir una ruta por un camino estrecho y alejado, armado tan sólo con un saco grande de boca ancha. Evidentemente los biosbardos no existen, y el inocente puede pasar horas buscándolos con ahínco mientras el resto se ríe a su costa. Según la zona de Galicia estos animales inexistentes pueden recibir varios nombres, como Cozorellos, Gazafellos, Cotofellos o Cotovelos. Si alguna vez le invitan a cazar biosbardos, este es el encantamiento que deberá recitar para que se metan en el saco:

Eu son Leonardo,

Ti es Biosbardo,

Biosbardo, vinte pró saco,

Ca eu che agardo, e son Leonardo.

Traducción al castellano:

Soy Leonardo,

Tú eres Biosbardo,

Biosbardo, ven hacia el saco,

Que yo te espero, y soy Leonardo.

Un ser mitológico con el que debe tener cuidado de cruzarse si decide seguir la broma y aventurarse en la noche a cazar un biosbardo es  la Lavandeira. Las Lavandeiras son espíritus que aparecen durante las noches de luna llena a orillas de los ríos. Allí se dedican a lavar sábanas manchadas de sangre que nunca desaparecen. Según cuentan, son mujeres que murieron durante el parto. Otra versión es que no bautizaron a sus hijos, y los dejaron morir. Si se encuentra con una lavandeira, esta le pedirá ayuda para escurrir sus sábanas. Sepa que debe retorcerlas al contrario que la Lavandeira o podría atraer a la mala suerte e incluso a la muerte.

Por último, antes de que Juego de Tronos hiciese triunfar en todo el mundo a la Khaleesy y madre de dragones, Daenerys de la Tormenta, sepa que en Galicia la mitología popular ya hablaba sobre las lumias. La Lumia es un ser femenino, mitad mujer, mitad dragón, pero que a menudo también se ve representado como una mujer con un dragón, por separado. En esas representaciones la Lumia aparece montando el dragón y portando un enorme cuerno de batalla.

Brujas, duendes, sirenas, nereidas, y sobre todo, muchos tipos de meigas, pueblan las tierras gallegas y están a disposición de aquel que se disponga a hacer turismo en Galicia y que quiera descubrirlas. Viajar a Galicia le puede suponer toda una serie de experiencias inolvidables, además de ser fuente de muchas historias que podrá compartir con su familia y amigos. Seguro que en sus próximas vacaciones pensará en visitar Galicia y en escuchar estas y muchas otras historias de la boca de algún paisano, regadas con abundante y refrescante albariño.